"Mañana es sinónimo de un día menos. Ayer es el recuerdo de lo que fue y ya no será. Y el hoy es tan efímero que lo único que puedes hacer es poner tus sentidos para guardar en la memoria un tiempo que automáticamente se convertirá en pasado. Porque la vida es ver como en un abrir y cerrar de ojos el ahora se convierte en antes, y el despues en ahora, para sucesivamente ir dejando todo atrás. Nos enfrentamos al tic-tac conscientes de que somos indefensos ante él, y aún así nos empeñamos en cargar a nuestra espalda el dolor que supone un tiempo que se nos va, un libro que nunca tendra segunda parte o un punto y final que estamos obligados a escribir. Y poco a poco olvidamos que por mucho que lo intentemos es imposible volver al pasado, o cambiar el sentido de las agujas del reloj, borrar los errores que cometimos, o revivir un momento en el que nos gustaría habernos quedado para siempre."
Todo es cuestión del Karma
domingo, 26 de febrero de 2012
domingo, 9 de octubre de 2011
Ven. Acércate. No, más. Venga. Así... Bien, ahora ponte en frente mío. Así. Venga, más cerca. Más. Mucho más. Solo un paso más. Así... Ahora, suavemente, pega tus labios con los míos. Genial. No los quites aún. Déjame sentirlos un rato más. Bien. Mis labios, tus labios. Mis ojos, tus ojos. Mi sonrisa, para ti. Mi cuerpo, es tuyo. De acuerdo. Ahora tú, regálame tus labios. Préstame tus ojos. Dedícame una de tus sonrisas. Exhíbeme tu hermoso cuerpo. Magnífico. Puedo sentirlo todo. Pasión. Amor. Lujuria. En nuestros besos. Fusión, Énfasis. Euforia. Frenesí. Tus caricias de carácter grácil. Suaves. Sensuales. Sin ti, tristeza. Miedo. Frustración. Obsesión. Junto a ti, magia. Morbo. Felicidad. Deseo..., cautela. Deseo..., carne. Te deseo a ti. Cumples mis necesidades. Satisfaces mi vida. Repito. Sin ti, frialdad. A tu lado, locura. Furia. Haces sentirme vulnerablemente culpable de mis actos. Consigues..., mi atracción. Como si fueras mi propio imán personal. Descubres..., mi potencia que hace elevar en mi subconsciente el número de veces que pienso en ti. Posees..., valor. Coraje. Buscas..., mi relajación. Entras..., en mis sueños. Hayas..., la razón. El porqué de mi existencia. Finges..., tener buena cara. Sientes..., dolor. Modestia. No, por favor. ¿Qué pasa? Soy libre de existir gracias a ti. ¿O no? ¿Comprendes? ¿Admites? ¿Permites que siga pensando así? Gracias. Así me gusta. Lo necesitaba. Me encantas. Te debo una. A cambio te prometo una cosa que difícilmente no haría. Olvidar. ¿Te suena? Pues creo debes saber, que nunca, pase lo que pase, te olvidaré. Enviaría ese verbo a mi particular papelera de reciclaje, si pudiera. Pero, que no pueda, no implica que vaya a ponerlo en marcha ni utilizarlo. Más bien..., lo dejaré aparcado en un lado de mi mente. Porque por ti, moriría. Gritaría de exaltación. Lucharía. ¿Vale? Así que... disfrutemos cada momento.
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